Es lo que hago cada sábado al mediodía, me zampo unas alitas de pollo, que están riquísimas, y me pongo en Neox los combates de la WWF. Y oye, me siento muy americano.
No hay cosa que disfrute tanto en esos momentos. Lo siento por los pollos, pero me encanta comerme sus alitas, y ver a Batista, Brock Lesnar, Randy Orton, Rybak, John Cena, el Enterrador y toda esa peña dándose de tortas es un espectáculo. De los pocos placeres que me puedo permitir hoy en día.
¿A qué viene esto? Pues a que hay gente que me dice que para ser feliz no hace falta el dinero. Y yo le respondo, vale, es cierto que algunas cosas, como comer alitas y ver la lucha libre en televisión, no son muy caras (sí que hace falta una cierta cantidad de dinero para poder comprarte las alitas y poder pagarte la electricidad que hace funcionar la televisión) pero en mi opinión, el dinero sí que es imprescindible para ser feliz.
¿Qué es la felicidad? Yo creo que la felicidad es la ausencia de problemas. Y cuando alguien tiene problemas, habitualmente es porque no tiene dinero para pagar deudas.
Si no puedes pagar el alquiler o la hipoteca de tu casa o la letra del coche, tienes un problema, y al estar preocupado por cómo resolver ese problema, no eres feliz.
Si no tienes pareja y estás triste o desconsolado, tienes un problema, y al no tener dinero, te será más complicado viajar o acudir a locales de copas o inscribirte en páginas web o demás sitios donde haya posibilidades de encontrar pareja.
Si tienes una enfermedad que puede curarse con un tratamiento muy caro de esos que solo se pueden conseguir en Estados Unidos, y no tienes dinero para ello, te vas a morir, por tanto, tienes un problema.
Sí, ya lo sé, hay enfermedades incurables, pero eso ya no es un problema, es un suceso inevitable, y por mucho dinero que tengas, no podrás impedir que suceda.
Problema, en mi opinión, es toda aquella situación negativa para nosotros que nos cause preocupación, nervios, miedo, etc, y que pueda resolverse con dinero.
Y si, como dije antes, para mí, la felicidad es la ausencia de problemas, y los problemas se resuelven con dinero, es imprescindible el dinero para ser feliz.
Pero mientras que no tenga el suficiente dinero, me podré permitir pequeños placeres como ver la lucha libre y comer alitas de pollo los sábados al mediodía.
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