Llevo una mañana de locos.
Fui de compras al Corte Inglés y estaba sonando la canción "El Loco de la Colina", de los Beatles.
Al salir del Corte Inglés me encuentro un accidente entre dos coches, uno de ellos incluso había perdido una rueda en el impacto, probablemente porque uno de los dos vehículos iba circulando a más velocidad de lo permitido, o sea, a lo loco.
Cuando estoy bajando hacia el centro de la ciudad, veo a un tío gordo y tatuado que baja en una moto, se me queda mirando y me dice ¡ah!, pero no como un ¡ah! normal, sino con el tono de un niño que hace de rabiar a otro diciéndole "mira lo que tengo y tú no, chincha". Probablemente ese tío tenga algo de locura.
Un poco más abajo me encuentro un contenedor quemado hasta las cenizas, obra de alguien en un acto de cuasi locura, porque no es normal ir quemando contenedores por la calle.
Y todo esto me llevó a reflexionar. ¿Estamos todos locos?
Yo pienso que sí, que algo de locura llevamos, y eso es bueno. Porque una persona totalmente cuerda, en la situación que estamos viviendo de crisis, recortes y más recortes para los ciudadanos (ni uno para los políticos), sin trabajo, sin casa, sin futuro, acabaría tirándose de lo alto de un edificio o suicidándose de cualquier otra forma, como ya ha sucedido en varios casos.
Así que la locura es necesaria, esa locura que nos hace pensar (tal vez ingenuamente) que en algún momento las cosas tienen que mejorar para todos, que sí que hay un futuro, que al final encontraremos trabajo, que incluso llegaremos a tener una calidad de vida digna.
Quiero creer que saldremos de ésta, como los españoles ya han salido de otras peores. Situaciones totalmente locas en las que la gente se mataba por ideologías, o simplemente porque no se caían bien. Situaciones de hambre, de miedo, de auténtica locura. Todo eso ha sucedido en España, y no podemos dejar que vuelva a suceder.
Así que seamos locos, hagamos locuras, pero dentro de la normalidad.
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